Así no se construye la Tercera República.

Aun no somos demasiadas las personas que deseamos la vuelta de la república a nuestro país. Sin embargo, si son muchas y muy distintas las vías o estrategias que se adoptan desde los distintos movimientos republicanos para llegar a tal fin. Algunos, deseamos una transición pacífica y consensuada desde la monarquía hasta la república, respetando las reglas de juego y la convivencia por encima de todo y utilizando la argumentación y no la descalificación ni el insulto. Otros, como las Juventudes de Esquerra Republicana, prefieren hacer un aberrante fotomontaje del Rey ahorcado, sin duda una forma muy “graciosa” de felicitar la Navidad.

Todos aquellos que se dedican a quemar fotos del Rey, a acusarle de corrupción sin pruebas, a contar bulos o a realizar este tipo de fotomontajes navideños no hacen más que dificultar el terreno hacia una futura tercera república, ya que lo único que consiguen es proporcionar argumentos a los monárquicos (que utilizan estas provocaciones de forma victimista) y provocar una imagen equivocada del resto de republicanos, que utilizamos argumentos en vez de provocaciones para defender nuestras ideas.

Esta división de actitudes en el movimiento republicano es peligrosa, como ejemplo podemos poner al movimiento comunista, que nos da una clase magistral de cómo subdividirse en mil pedazos y provocar su autodestrucción sin conseguir nada. La incapacidad de los comunistas para ponerse de acuerdo les ha llevado a una situación que se suele describir con la premisa de que “si hay tres comunistas, hay cuatro partidos comunistas”. Solo espero que no ocurra lo mismo en el movimiento republicano, pero creo que para ello algunos deberían abandonar sus ganas de llamar la atención con actuaciones infantiles e irresponsables que no sirven para nada.