jueves, 16 de septiembre de 2010

Cuando ser inmigrante equivale a ser delincuente

La Unión Europea se está llevando las manos a la cabeza. Y no, aunque nos parezca extraño, no es por la crisis económica. A estas alturas ya todos conocemos las repatriaciones de búlgaros y rumanos de etnia gitana realizada por el Presidente francés, Nicolas Sarkozy, hecho que ha levantado una gran polémica y que incluso ha llevado al propio Parlamento Europeo a pronunciarse en contra, aunque sin el respaldo del Grupo Popular. Y es que el comportamiento del Gobierno galo no sólo atenta contra los derechos fundamentales de las personas, sino también contra el consagrado principio comunitario de libertad de circulación de personas.

Los motivos de Sarkozy están bien claros. Según sus propias palabras, “los extranjeros que viven en Francia y que son delincuentes no merecen ser franceses”. Pero, ¿qué pasa con los franceses que son delincuentes? ¿Acaso valen más que los inmigrantes que no lo son? ¿Se ha demostrado en todos los casos de repatriación que estas personas han incumplido alguna ley? A pesar de la multitud de voces que se han alzado en contra de las políticas de inmigración del Gobierno francés, no podemos ignorar el hecho de que no se trata de un caso aislado y que para ver este tipo de comportamientos no tenemos que cruzar nuestras fronteras, ni mucho menos culpar sólo a los políticos. Nosotros mismos, en nuestras calles y barrios, somos testigos de ello. El otro día un compañero me recordaba que, en muchas ocasiones, cuando agentes de policía realizan patrullas rutinarias o ven algún comportamiento sospechoso, suelen pedir primero la documentación a personas que por apariencia no parecen ser españoles.

El Parlamento Europeo, órgano que nos representa a los ciudadanos en la Unión, parece tenerlo claro. El problema está en que, con respecto a este tema, sus resoluciones no son vinculantes. Los que tienen la palabra son los Gobiernos de los países miembros, pero no parece probable que este tema se incluya en la agenda del Consejo Europeo debido al perfil conservador de los principales líderes europeos.

Tal vez buscar una solución a corto plazo es tarea difícil, pero al menos situaciones como esta deberían servir para plantearnos nuestra propia actitud hacia los inmigrantes y preguntarnos si muchos de nosotros no nos comportamos como el mismo Sarkozy mostrando esos mismos prejuicios en nuestro entorno. Si la sociedad no refleja el hecho de que la riqueza está en la variedad y que todos somos iguales, nunca podrán reconocerlo sus representantes políticos.
Sonsoles G. N.

2 comentarios:

  1. Juventudes Socialistas debe abanderar un discurso progresista y ambicioso sobre inmigración.
    No podemos tolerar lo que ha pasado y me parecen criticables las tibiezas como las declaraciones de ayer de Zapatero. El editorial de El País de hoy es muy interesante:
    http://www.elpais.com/articulo/opinion/Europa/zozobra/elpepiopi/20100917elpepiopi_1/Tes

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  2. Parece ser que Sarkozy le está haciendo un guiño a todos esos ultraderechistas que le votaron en las elecciones en lugar de a Le Pen...

    Lo mas triste de todo es que al parecer Sarkozy está ganado apoyo popular haciendo estas burradas... Se está poniendo de moda el discurso racista en Europa.

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